8 años después decidieron dejar la casa de aquella familia cómplice de tantos sueños, para formar un sitio diseñado específicamente para la atención de turistas y deportistas ansiosos de aventura, fue así como se creó lo que hoy conocemos como Parapente Paraíso, un club deportivo conformado por pilotos experimentados y personas que aman su labor.
Este sueño no podía llegar a formarse sin la ayuda de los soposeños, personas que día a día llegan hasta Paraíso a colaborar en las diferentes actividades que tiene el lugar. Son varios los oriundos de este municipio que han sido protagonistas en el crecimiento y posicionamiento de la empresa que además está comprometida con el desarrollo de su personal. Parapente Paraíso no solo busca que sus colaboradores hagan bien su trabajo, busca que se preparen, crezcan como personas y profesionales y sobre todo que sean felices realizando su labor. Es así como nos llena de orgullo destacar el trabajo de Diana Pinzón quien inició como mesera y que hoy en día es nuestra administradora o Giovanni Peña quien comenzó como guía de Paintball y es ahora asesor comercial. Así como ellos, Jessica, Sonia, Alejandra, Yeimy, Paola, Fernando, Mateo, Miguel entre muchos otros, dedican su tiempo y talento para que nuestros asistentes lleguen y se sientan como en un paraíso turístico.
Pero ahí no acaba todo, contamos con un 90% de proveedores soposeños, que con sus empresas también aportan a la calidad de los productos ofrecidos por Parapente Paraíso y así mismo nos ayudan a demostrarle a nuestros visitantes, que en Sopó hay mucho talento, así lo han confirmado por ejemplo, las personas que visten los tejidos elaborados con amor por la señora Leopoldina Jiménez, quien ha salvado a más de uno, del frío de la montaña.
Es así como hacemos que cada día diferentes personas vivan una grandiosa experiencia, con profesionales, personas talentosas, dedicadas y amables, características con sello soposeño.